Esta propiedad de diseño clásico, adornada con detalles de piedra natural de origen local, está enclavada en un rincón tranquilo y pintoresco de Ibiza. La casa cuenta con magníficas vistas al mar, impresionantes puestas de sol, y el campo sereno, por lo que es una opción versátil para vivir todo el año.

El cortijo consta de dos niveles separados que actualmente no están conectados, pero que pueden conectarse fácilmente con sencillas modificaciones. La planta superior cuenta con una cocina rústica con vigas de madera, un acogedor salón con chimenea, un cuarto de baño y dos amplios dormitorios dobles. Por su parte, la planta baja ofrece un amplio salón, una cocina americana, un cuarto de baño y un dormitorio doble con pintorescas vistas al campo.

Esta propiedad está situada en una amplia parcela privada de 11.400m2. El terreno está adornado con árboles frutales y hortalizas, por lo que es una opción ideal para aquellos que buscan un estilo de vida rústico y rural en Ibiza. Además, la propiedad se encuentra a menos de 5 minutos en coche del pueblo más cercano, Sant Josep.

Delante de la casa de campo, hay un depósito de agua de tamaño considerable que el propietario actual ha conseguido la licencia necesaria para convertirlo en una piscina. Además, la propiedad tiene su propio pozo de agua, que suministra agua a la casa y a otras dos propiedades cercanas.

Esto presenta una oportunidad excepcional y un proyecto para cualquiera que busque renovar y rediseñar esta exquisita propiedad.