Nuevas esperanzas para la inversión británica en propiedades españolas
A pesar de la última incertidumbre sobre el Brexit, los compradores británicos siguen constituyendo el mayor grupo de consumidores en el mercado inmobiliario español. En sus últimas cifras publicadas, un importante portal de agencias inmobiliarias informa de que los inversores británicos son que representan casi 24% de todos los visitantes del sitio, frente a un total de algo menos de 60% del resto de Europa y 16,4% del resto del mundo. El impacto de la decisión británica de abandonar la Unión Europea en el referéndum celebrado hace casi tres años es singularmente difícil de calibrar, ya que la confusión sigue reinando en el Reino Unido y las ondas de la duda se han extendido a los mercados mundiales.
Los tipos de cambio se han visto indudablemente afectados por las decisiones políticas y esto ha tenido el potencial de ser desastroso para la libra esterlina. La libra, sin embargo, después de sufrir su tipo de cambio más bajo frente al euro en junio de 2016, a 1,02€ por 1£, hoy se ha recuperado a algún lugar en la región de 1,15€ por 1£. Esta es una noticia alentadora para los compradores del Reino Unido, ya que restaura la confianza en la asequibilidad y el potencial de la inversión en el extranjero.
Sin embargo, a pesar de todos los giros en su relación con su cliente número uno, el sector inmobiliario español ha logrado adaptarse y diversificarse, lo que ha dado como resultado un crecimiento saludable y mayores niveles de interés internacional. En los últimos tres meses, Alemania, Francia y los Países Bajos han sido los primeros en recibir solicitudes de propiedades españolas en Europa, seguidos por Bélgica, Suecia, Italia, Irlanda, Noruega, Suiza y Dinamarca. También es interesante observar que las consultas procedentes de Portugal, que tradicionalmente no es un país que invierte mucho en propiedades españolas, aumentaron en casi 60% durante el mismo periodo, un aumento asombroso en un periodo de tiempo tan corto.
Esta nueva demanda ha provocado una continua escalada de los valores inmobiliarios. Ibiza, por ejemplo, ha visto un aumento de los precios de 2,7% en el último año y ha alcanzado un valor medio de la propiedad de 1,2 millones de euros. En la isla abundan las propiedades de más de 1 millón de euros en venta, y la demografía de los inversores es más joven que en otras regiones españolas.
Ciertamente, para los británicos parece que el momento de comprar una propiedad española es ahora porque el plazo del Brexit se ha ampliado hasta el 31 de octubre. Después de eso, ¿quién sabe qué pasará?
Los inversores británicos siguen deseando aprovechar las ideas sensibles al Brexit y recalibrar su cartera antes de que se reanude la incertidumbre. Los precios de la vivienda en España no muestran perspectivas de descenso y han seguido una tendencia estable y al alza desde el final de la crisis financiera. También hay una nueva urgencia causada por la nueva competencia de fuentes globales que, sin duda, proporcionará el incentivo para que los compradores del Reino Unido refuercen su posición a la cabeza de la inversión y, en última instancia, determinará que Gran Bretaña mantenga su posición como la primera nación de propietarios de viviendas extranjeros en España.
(Propiedad destacada: nuestra ref 1102)
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